viernes, 20 de noviembre de 2009

Mendicidad coactiva


Es triste de pedir, pero más triste es de robar.


Ya sabeis, si os cruzais con uno de nuestros sableadores profesionales, huid. Huid tan lejos y tan rápido como podais, pues entrenados están para no hacer prisioneros ni concesiones. Pero todo en nombre de una buena causa.

En nombre de una buena causa pero los compañeros ya no se acercan por nuestras mesas.
En nombre de una buena causa pero estamos perdiendo las amistades.
En nombre de una buena causa pero en la calle nos señalan con el dedo.


Quizás tengamos que replantear nuestro estilo. O al menos no meter la mano en el monedero ajeno cuando lo abren para, por ejemplo, pagar un café. Aunque sea por una buena causa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario