Al final se ingresaron a la Cruz Roja, junto a la miseria que había quedado de la venta del agua, pero pensamos hacer extensiva la idea en el tiempo y el espacio. Si a nosotros nos molestaban los centimillos, era de suponer que al resto de la gente también, así que el compañero que se dio el curro de procesar el kilo y medio de monedillas se puso la hucha centimillera número 1 en su mesa. Y que ahí sigue.
Descubrimos la página de kiva dedicada a los micro-créditos y nos pareció una idea estupenda: no sólo es una idea muy constructiva, alejada de la tradicional caridad compasiva, sino que además al poder elegir el proyecto donde se va tu dinero y devolvértelo al finalizar el préstamo, te da una sensación de transparencia y control mucho mayor que el de otras ONG's .
Y ahí estamos. Como queremos ampliar la red de huchas nos hemos decidido a abrir este blog en el que hay cosas bastante interesantes del día a día, quizás contadas con demasiado desenfado. Date una vuelta por las diferentes entradas y danos tu opinión aquí.
ACTUALIZACIÓN 14/04/2010: tal como ha evolucionado la cosa, quizá se entienda mejor el proyecto pinchando los enlaces vecinos a éste en el menú de la derecha.
¡Oh! ¡Que iniciativa más buena! A partir de ahora voy a echar todos mis céntimos en una de vuestras huchas. Gracias por vuestra iniciativa.
ResponderEliminarhola! se podria colaborar con vosotros? he hablado con algunos negocios cercanos a mi casa y me han dicho q no tendrian ningun problema en dejar que se pusieran los botes para recaudar los centimos! un saludo.
ResponderEliminarClaro, contacta con la persona que haya puesto la hucha donde viste el blog y nos ponemos en contacto. Un saludo.
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